Arquitectos: Sauquet Arquitectes – Roger Sauquet Ubicación: Castellar del Vallés, Barcelona, Cataluña, España Fecha Proyecto: 2006 Fecha Construcción: 2006-2007 Superficie Construida: 55 m2 Presupuesto: 80.000 euros Fotografías: STARP ESTUDI – Vicenç Prats
Antigua cuadra con un solo pilar en el medio. El espacio, un cuadrado de 7,5 metros de lado, se subdivide mediante estanterías de obra. Sólo un punto de la casa entra en contacto con el techo: el lucernario del baño.
Las estanterías marcan una pauta horizontal que ordena el interior. Tienen una misma altura (2,20 metros) y una misma dimensión de ancho (1,10 metros). A partir de la cota superior de las estanterías uno puede reconocer el volumen del antiguo espacio agrícola y la singular cercha de hormigón que lo sostenía.
La mayor dimensión de un cuadrado es la diagonal. Por este motivo se libera una de las diagonales de la planta la cual no es ocupada por ningún elemento de la distribución interior. Chimenea, sala, comedor y cocina son espacios mínimamente diferenciados, solapados y comunicados visualmente. A nivel cromático el blanco enfatiza las sombras de los estantes y simplifica una solución formal ya de por sí compleja.
El pavimento es de madera. Se utilizan inserciones de piedra blanca para resolver las superficies susceptibles de ser dañadas como por son las de la entrada, la cocina y el baño. Una terraza exterior permite abrir la casa hacia el sur con dos ventanales protegidos exteriormente por un ligero voladizo de acero cubierto de brezo y interiormente por postigos corredizos de madera lacada. Todas las ventanas tienen su particular postigo para cerrar el hogar cuando los propietarios se ausentan. El lucernario del baño actúa de tragaluz y a la vez de exutorio que mantiene una permanente ventilación natural.
A nivel energético, la casa se abre al sur y se aísla, usando una franja de armarios, de la fachada norte. Mediante los postigos y los voladizos de los ventanales la casa presenta un sistema de filtros que matizan a voluntad la protección de los rayos solares, evitando su entrada en verano y facilitándola en invierno. Es en esta estación cuando más se agradece la dimensión de los ventanales de la fachada sur. Retirando la capa de brezo de los voladizos los rayos de sol se introducen en la casa.
El pilar central de obra cerámica y algunas de las paredes viejas de la antigua cuadra que se han mantenido en el interior realizan una labor de captadores energéticos que mejoran la inercia térmica del conjunto. Cerrando de noche los postigos se mantiene en el interior la energía almacenada. Es con el uso inteligente de las combinaciones de los filtros de las aperturas que se logra un ambiente confortable usando solamente medios pasivos.